Nuestra historia
De una mesa prestada a nuestro propio espacio
Todo empezó en el salón de casa de Núria Santacreu. Ella había estudiado estética durante años pero lo que realmente le apasionaba era el trabajo detallado con las uñas. Empezó haciendo manicuras a amigas los fines de semana. Y luego amigas de amigas empezaron a preguntar.
En 2019 alquilamos un pequeño local en Terrassa. Al principio solo éramos Núria y su compañera Imma Verdaguer. Compramos dos sillas, montamos una recepción con tableros de IKEA y colgamos unas cortinas que habíamos cosido nosotras mismas. No era perfecto pero era nuestro.
Hoy tenemos cuatro especialistas, una sala equipada como debe ser y una lista de clientes que vuelven mes tras mes. No porque seamos perfectas sino porque nos importa de verdad el resultado. Y eso se nota desde el primer minuto.